La habitación con terraza en la que estuve me sorprendió para bien, muy limpia y luminosa, además que la cama es muy amplia y cómoda. A su vez, cuenta con una cafetería por las mañanas en las que tomar un buen desayuno completo a un buen precio, el cual estaba riquísimo y el camarero súper agradable y simpático. Además podíamos encargar bocadillos para comer por la cala a la que fuéramos. Y lo más importante, su localización, que es muy buena, con supermercados cerca, el centro de Jávea al lado y en un paseo se puede visitar el puerto, y en un sitio estratégico para visitar cualquier cala o lugar turístico a pocos kilómetros. Sin duda, si vuelvo a Jávea repetiré en el hostal Roig 53