Hostal muy bien ubicado, frente al Guggenheim, a 15 minutos caminando del Casco Viejo y de la estación de caminones. El personal del hostal fue agradable, con excepción de la recepcionista en el turno de los domingos, quien no me permitió guardar mi equipaje en el cuarto de equipaje después de hacer el checkout, a pesar de que sus compañeros me indicaron un día antes que sí sería posible hacerlo.
Los baños y las habitaciones podrían estar en mucho mejor estado.