Lo que beneficia mucho es que está a 15 minutos caminando de la escollera.
Las camas están muy duras, padezco de insomnio y ese tipo de factores hacen que me sea aun más difícil dormir y descansar.
Tienen un salón de eventos y el ruido es mucho cuando hay, hasta vibran las ventanas.
Tuvimos desayuno incluido, uno de los días de estancia tardaron mucho en atendernos, fueron amables y pues al tener poco personal fue más tardada la atención. Fuera de eso, estuvo bien la comida.
Había frigobar en la habitación, eso ayuda para los que viajan por carretera.
No llegaba la señal wifi hasta la habitación.