Está localizado en el centro de Soria, a escasamente 15 minutos andando de la estación de tren. Las habitaciones y el baño están muy limpios y prácticamente nuevos. La cama es cómoda. El wifi va perfecto. Las habitaciones tienen TV (aunque nosotros no la usamos). El baño tiene secador de pelo, dispensador de jabón en la ducha ¡y escobilla! (ese objeto que ha desaparecido por arte de magia de la mayoría de hoteles). Las únicas pegas que le pondría es que no tiene servicio de bar/restaurante y que no tiene la posibilidad de consigna para dejar las maletas. Trato perfecto. En definitiva, relación calidad/precio muy buena: mucho mejor que algunos hoteles de dos y tres estrellas.