El hotel tiene buenos accesos y, al menos en verano, es fácil aparcar en el entorno.
Está un poco alejado del centro, pero está situado en una zona tranquila y bien comunicada. De todas formas, se puede ir andando hasta el centro, dando un agradable paseo de unos 20 ó 25 minutos (Pamplona prácticamente es llana, así que el paseo es fácil de hacer).
En cuanto al hotel, decir que es nuevo y consta de los servicios básicos. La habitación que nos tocó daba a un patio interior y era de tamaño normal, ni muy grande ni muy pequeña. El único problema que hemos encontrado y que, según la época del año en la que se hospede uno en el hotel puede ser un problema grave es que las habitaciones no cuentan con aire acondicionado (las dos noches que estuvimos alojados en él pasamos bastante calor).
Por lo demás, decir que la limpieza del hotel en general y de las habitaciones en particular es muy correcta, así como el trato por parte del personal del establecimiento, excelente.
Por último comentar que también dispone de WiFi gratis en las habitaciones y que funciona bastante bien.