Es un hotel sencillito y económico pero muy céntrico.
La decoración está anticuada.
El desayuno muy básico.
Durante toda la noche tubimos que soportar un zumbido muy molesto que venia de la luz de emergencia.
Se oía también todo el ruido de la calle.
La chica de recepción fué muy amable.
Tienen que velar porque la gente cuando se sirvan en el desayuno, cumpla con más normas de seguridad y se pongan la mascarilla, es un establecimiento público y hacer cumplir las normas.
El personal agradable, si hace mucha calor deberían tener ventiladores en las habitaciones ya que no disponen de aire acondicionado.