Personal muy amable. Llegamos antes de las tres y nos dieron la habitación. Solucionaron rápidamente un problema con la llave. Muy serviciales.
Aunque la dona está en obras ahora, está muy bien comunicada (metro, bus y tranvía) y se puede ir a pie a La Panier, el Puerto Viejo, la catedral… junto al puerto nuevo y zona de restauración y tiendas.
Nuestra habitación estaba recién reformada, el aire funciona bien y servicios comunes propios de un hotel de esta categoría (pocos, pero suficientes).
Volvería y lo recomendaría, sin duda