Hotel pequeño y acogedor, el personal en extremo amable, la señora Melania es una persona lindisima, y Daver un joven muy amable y servicial. La limpieza impecable. La accesibilidad muy buena, a pie del acceso principal al pueblo. Solo pediría que el letrero con el nombre del hotel fuera mas visible, ya que nos costo trabajo encontrarlo, se notaba mas el del restaurante. El desayuno sencillo, pero rico.